La casa de Arenas movedizas es una historia cargada de contenido terrorífico, un terror bizarro que supera cualquier expectativa, una aventura espeluznante y bastante interesante que no querrás dejar de leer hasta que llegues al final y conozcas el desenlace que te llevara a responder todas esas dudas e interrogantes que te hiciste durante la lectura de esta aterradora tramoya.
Se trata de la primera novela escrita por el autor Carlton Mellick III, un joven estadounidense que se hizo famoso por relatar una de los más brillantes escritos bizarros en el mundo de la literatura. La trama principal esta basada en una casa donde habitan dos niños a cargo de una cuidadora y que extrañamente asisten a una escuela o una inexplicable guardería en un mundo de fantasía, misterio, suspenso irreal y confuso.
Es la historia de dos niños que fueron abandonados en su propia casa, una casa en la que aparentemente es compartida con sus padres a quienes no conocen y que no pueden ver en ningún lado, ya que estos no están presentes físicamente. Estos chicos llamados Polly y Ricky, quien es catalogado como pulga durante toda la historia; tienen sueños, miedos y deseos como todo niño de su edad; fantasean con aquel gran día en el que puedan ser abrazados y mimados por sus padres; pero parece que estos padres nunca pueden ir a verlos. Sin embargo, los niños tienen la certeza de que estos están en algún lugar de la casa pero fuera de la pequeña guardería de la que no pueden salir, porque les es prohibido; ya que les han sembrado la idea de que fuera de ella corren un gran peligro. Polly y Pulga tienen una niñera bastante particular con la que viven, se trata de Tata Warburough una cuidadora que viene a cumplir el rol de aquella madre ausente a la que no pueden ver en el interior de la casa, pero a la que ellos imaginan que está en algún lugar de la misma.
La cuidadora como encargada de la formación de estos niños, los manda a un extraño colegio, un lugar irreal aparenta ser un programa de ordenador, puesto que ellos se conectan en algún lugar y de pronto ya se encuentran en el colegio. Un colegio que tiene la extraña particularidad de desaparecer niños. Es aquí donde el pequeño pulga se enfrenta con Mike un matón, el típico chico malo y envidioso que quiere quitarle a su novia.
Los hermanos Polly y Pulga conviven en una casa bastante irreal, asisten a un falso colegio imaginario, temen a unos fantasmas que podrían estar en cualquier lugar de la casa, en una o en todas las habitaciones; en un espeluznante pasillo que se encuentra tras la temible puerta a la que tiene prohibido abrir. Pero un buen día, ocurre un hecho que los lleva a abrir la puerta y proceden a caminar por los oscuros pasillos de una casa que para ellos se torna ajena y desconocida, pero que posteriormente viene a revelar un sinfín de misterios que envuelve sus pasados y el entorno en el que durante mucho tiempo creyeron vivir.
En esta terrorífica historia todo cambia, nada en constante, permanente ni real. Todo se torta alucinante, un huevo puede llegar a convertirse en un niño, de pronto nos da una sensación de que los niños son principalmente unos gusanos que luego se transforman y que tienen unos padres que quizá nunca existieron. El niño Pulga, tiene la vil idea de que su mamá es un pedazo de papel, una madre que muto en un papel con el que habla con tanta normalidad contando sus historias y aventuras de vida; como si fuera este papel una madre que lo alienta, lo escucha y lo arropa, pero que a fin de cuentas no está y que existe solo en su misteriosa imaginación.
Es una trama terrible, en un ambiente de terror bizarro, con unos personajes tan reales y a la vez tan irreales que despiertan la imaginación, la curiosidad y la fantasía de querer conocer de una vez por todas, el final de esa pesadilla que viven los personajes; con cada línea aumenta el deseo de conocer el final ¿feliz o infeliz?.
